Quebranta la impotencia
este silencio absurdo,
la demencia de un segundo
¡sin pensar!, sacudiéndome la suerte,
sorteando la muerte en cada cruce.
Se quiebra en la almohada un llanto
que no deja, ceder sus lágrimas,
las traga y engulle ahogándose
en las mismas entrañas de la soledad,
esa que teje y enmaraña la verdad
en una copa agria de orgullo.
Vivo al arrullo de un secreto inconfesable,
abordando la mente sin escrúpulos.
Tallaste con tus manos el bosquejo
de una imagen beatificada,
dejando clavos en el horizonte,
y un martillo en mis manos
para ahondar la herida.
Callo y muerdo el arrepentimiento,
por aquellas palabras que jamás pronuncie,
aún las sostengo en mis manos,
puños cerrados a la vida.
Aún piensas, que me sostengo erguida
¿qué saben tus noches de mis días?
¿Qué adivinan tus días de mis noches?
Todo me lleva a ninguna parte
todo me lleva a ti…
y nada más… importa.
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Derechos de autor: María del Carmen Tenllado Yuste (Damablanca)
Poema perteneciente a mi poemario "Desnuda entre rimas"
ISBN 978-84-16097-64-7
Derechos de autor: María del Carmen Tenllado Yuste (Damablanca)
Poema perteneciente a mi poemario "Desnuda entre rimas"
ISBN 978-84-16097-64-7
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